Conforme a las estadísticas sobre el desempeño de la economía del tercer trimestre de 2018, el PIB creció 2,7% y la construcción de edificaciones presentó un crecimiento de 4,1%. Al interior de la actividad edificadora la producción de vivienda registró un crecimiento de 2% y en el desarrollo de proyectos no residenciales fue de 7,2%.
 

“Es un resultado favorable en el marco de año y medio de decrecimientos sucesivos. No obstante, al ser el primer dato positivo, seguramente el balance del 2018 todavía nos va a mantener con tasas de crecimiento muy bajas. Con esta primera buena señal, vemos que el volumen de actividad que se ha comercializado en los últimos años y el mejor contexto económico nos llevan por una senda de recuperación gradual y esperamos que esa tendencia se consolide en el marco de la continuidad de los programas de vivienda”, explicó Sandra Forero Ramírez, presidenta ejecutiva de Camacol.
 

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La variación de la actividad edificadora del trimestre respecto al periodo anterior fue de 10,9%, la más alta registrada en los últimos cuatro años.
 

Con este ejercicio, la Presidenta de Camacol concluyó que “el sector requiere seguridad jurídica y eficiencia regulatoria, que sumado a un contexto económico de mayor crecimiento, generación de empleo y confianza, permitirá impulsar la vivienda con un ambiente de certeza para el lanzamiento, comercialización y ejecución de los proyectos”.

 

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