Muchas obras en el país, pero faltan ingenieros

El Consejo Profesional Nacional de Ingeniería reveló esta semana que, desde 2011 a la fecha, sus registros tienen más de 120.000 ingenieros vinculados, de los cuales la mayoría son de las áreas de civil y sistemas.
 

Sin embargo, aunque la cifra global parece alta, al evaluar solo la del primer trimestre de este año el déficit es de 15 por ciento, pues solo hay algo más de 9.000 graduados adscritos al gremio.
 

Según la organización, Caldas, Quindío y Antioquia fueron los departamentos con menos participantes durante ese periodo, representando cada uno casi el 20 por ciento de diferencia a las proyecciones iniciales.
 

A pesar del déficit, el director general del Copnia, Rubén Darío Ochoa, considera que “el panorama es prometedor para la ingeniería en el país, por cuenta de que esperamos recibir a más de 40.000 graduados al finalizar este año”. 
 

La proyección también está ligada a un interés en mejorar la imagen de la profesión, que se ha visto afectada –según el Consejo– por obras inconclusas o elefantes blancos a lo largo del territorio. 
 

Incluso, la expectativa está en que los principales indicadores del sector constructor mejoren, es decir, obras civiles y edificaciones, de los cuales ha dependido el buen desempeño de la economía, en medio de la desaceleración. 
 

En este entorno, el Copnia está trabajando con la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería (Acofi) en estrategias para fortalecer, no solo a los profesionales de las distintas ingenierías, sino a los maestros de obra y a las personas vinculadas a carreras afines.
 

“Con la certeza de seguir arriba en el mercado laboral, nuestro objetivo es preparar integralmente a los profesionales, tanto en lo técnico, como en lo ético”, dijo Luis Alberto González, director ejecutivo de Acofi, quien agregó que la idea es que esta última no se convierta en otro relleno de las universidades.
 

Fortalecer este aspecto es de gran relevancia, si se tiene en cuenta que en los últimos cinco años el número de profesionales y técnicos del área investigados y sancionados por cuestionamientos éticos aumentó.
 

Alerta por sanciones
 

Por ejemplo, se encontró que los ingenieros civiles son los más que más penalizaciones han recibido en toda la historia del Consejo: más del 80 por ciento, seguidos de los arquitectos y los del área industrial.
 

“El aumento exponencial que han tenido los ingenieros civiles, tanto en número de procesos como de sanciones impuestas, se explica porque son los que más denuncias reciben, al estar directamente relacionados con la comunidad”, explicó Ochoa, quien aseguró que con la Ley 842 aumentó el seguimiento al trabajo de los ingenieros. Y es que solo en los últimos dos años se han sancionado más de 60 profesionales, siendo la falsedad en documento público el caso más recurrente de infracciones.
 

“A estos se suman el incumplimiento del contrato y del inicio de obras sin licencia de construcción; allí, precisamente, debemos trabajar más, pues es vital que los ingenieros volvamos a ser reconocidos como profesionales integrales”, concluyó el director del Copnia.
 

Proyecto de ley busca la rectificación
 

Rubén Darío Ochoa, director general del Copnia, anunció que el próximo año presentará un proyecto de ley con el fin de regular la recertificación de los ingenieros, de modo que se actualicen en la normatividad del sector.
 

“Es vital que podamos reglamentar esta modernización de la ingeniería, pues no es posible que los profesionales sigan trabajando con las reglas de juego del siglo pasado”, afirmó Ochoa.
 

Actualmente, tanto el Copnia como Acofi están en reuniones con una comisión de expertos en el tema técnico y jurídico, con el fin de que también se expidan normas en cuanto a prácticas de responsabilidad, valores y ética profesional.
 

Para este último aspecto, el proyecto de ley también busca atacar aquellos problemas vinculados con la corrupción y las malas prácticas en procesos licitatorios, que hoy tienen a los ingenieros civiles y a los arquitectos en la punta de la lista de los más sancionados en el país. “Es imperativo que todos en el sector nos unamos en torno a la recuperación del nombre y la calidad que siempre nos han caracterizados en Colombia”, señaló el Director, quien agregó que, si bien la recertificación sigue en estudio técnico, por lo menos cada cinco años todos los ingenieros deberían actualizarse en sus respectivas áreas.
 

Sebastián Londoño - Economía y Negocios EL TIEMPO