La opción de vivir en la Sabana de Bogotá

Agosto 2014 - Escasa posibilidad urbanizable de Bogotá y trabas del POT ponen en boga inversión en los municipios cundinamarqueses.
El crecimiento que ha tenido la Sabana de Bogotá con la construcción de bodegas, parques industriales, centros comerciales, vías y vivienda son factores determinantes que han valorizado el suelo en esta región cundinamarquesa.
No obstante, esto no afecta la competitividad. Según la firma consultora Jones Lang LaSalle, el valor estimado para renta de un local, por metro cuadrado en Chía, dependiendo de su ubicación, puede estar entre 60.000 pesos en ubicaciones menos visibles, hasta 250.000 pesos en zonas o pasillos con mayor exposición. Lo anterior demuestra la ventaja de estar fuera de Bogotá, donde los precios de alquiler por metro cuadrado en centros comerciales como Unicentro, Andino y Atlantis, oscilan entre 400.000 y 700.000 pesos.
Entre los múltiples beneficios de vivir en estos sectores están el aire puro, la seguridad, la tranquilidad y los hermosos paisajes, acompañados por las comodidades de los centros comerciales, restaurantes, gimnasios y salas de cine que completan la oferta.
El panorama
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en su Índice de Precios de Vivienda Nueva (IPVN), presentó para el primer trimestre del 2014 una variación 4,58 por ciento donde Bogotá y Cali se encuentran por encima del total de las áreas estudiadas con 5,69 por ciento y 5,04 por ciento respectivamente. En los últimos cuatro trimestres, estas dos ciudades también tuvieron el mayor crecimiento respecto al mismo periodo del año anterior, con 13,36 por ciento y 13,07 por ciento en su orden.
Durante el primer trimestre del 2014, el precio por metro cuadrado de apartamentos presentó un incremento de 4,3 por ciento mientras que en las casas la variación fue de 5,5 por ciento frente al trimestre anterior.
Por otra parte, los resultados de las estadísticas correspondientes a la Encuesta de Edificación de Licencias de Construcción (Elic) mostraron que, en mayo pasado, la variación fue de 4,5 por ciento, debida a la reducción del 22 por ciento en el área aprobada para vivienda, mientras que el área aprobada para destinos no habitacionales aumentó 54 por ciento. Entre junio del 2013 y mayo de este 2014, se aprobaron 25’232.543 metros cuadrados, lo que representó un aumento de 6,6 por ciento respecto al mismo período del año precedente.
En ese orden de ideas, a este escenario aporta significativamente el departamento de Cundinamarca que, según el Dane, es el tercero con mayor área licenciada (9,55 por ciento del total del área nacional), después de la capital y Antioquia, lo que indudablemente lo consolida como el epicentro de la actividad constructora del país, con alrededor de un tercio del área licenciada del país a mayo del 2014.
Jorge Enrique Gómez Gómez, presidente ejecutivo de la Lonja de Propiedad Raíz de Bogotá, destaca este crecimiento departamental, comparando los 218.639 metros cuadrados licenciados en Cundinamarca, que significaron un incremento del 10,68 por ciento anual, contra los 598.645 metros cuadrados del Distrito Capital, que le representaron una disminución del 16,16 por ciento
“Cundinamarca muestra un crecimiento anual del 42,31%, destacándose los municipios de Chía, Tabio y La Calera, con 3,26 por ciento, 1,89 por ciento y 1,87por ciento del área licenciada para vivienda en el país, así como una fuerte participación del sector de vivienda de interés social del 43,93 por ciento de su área licenciada para unidades residenciales, mostrando el fuerte impacto positivo del programa de las cien mil vivienda gratis del Gobierno Nacional”, afirma el directivo.
Algunos proyectos de vivienda a las afueras de la capital
La Calera: Macadamia. Sopó: Kubik Verde. Chía: Hacienda San Luis, Carretón, Ecohaus. Cajicá: Paloeteka, Huertas de Cajicá, Villa Zhue. Tenjo: Llano Grande, Tasuga. Cota: Paloemonte, Palo de Agua. Funza: Hacienda los Caballos, Quintas de Celta. Madrid: Hacienda Casablanca, Tasuga. Mosquera: Trébol de Guali.
Sección Vivienda EL TIEMPO / Boris Castillo