La energía es un recurso que se debe utilizar bien

Actualmente, los edificios consumen el 53 por ciento de la electricidad en el mundo y las proyecciones indican que en los próximos quince años esa cifra aumentará al 80 por ciento.
Este panorama revelado durante el reciente evento Life is On, en París, organizado por la firma Schneider Electric, da cuenta de la creciente necesidad de gestionar edificios eficientes en términos de consumo de energía, pero también en la utilización del espacio y el confort.
Es evidente que se está pasando por un momento crítico; sin embargo, tal y como lo advierte Jean-Pascal Tricoire, presidente de la multinacional francesa, “en veinte años el 70 por ciento de las energías del mundo serán renovables y las redes, inteligentes; por eso, desde ahora nuestro aporte es importante, porque el futuro no es mañana”.
Tricore recordó que el 30 por ciento de la población mundial (cerca de 1.300 millones de personas), no puede acceder a la energía; algo que no tiene sentido porque es un derecho humano básico que, obviamente, se debe gestionar de manera confiable, segura, eficiente y sostenible.
“De ahí que estemos comprometidos a innovar con soluciones y tecnologías para transformar los lugares donde vivimos, trabajamos y jugamos”, señaló el directivo, quien agregó que en los próximos cinco años las conexiones de la gente a los equipos harán que el tráfico sea veinte veces mayor y, por lo tanto, será inevitable el incremento del consumo.
En Colombia
Pero el impacto no se presenta únicamente en las grandes industrias y en los edificios residenciales. Según Marcos Matías, presidente de Schneider Electric para la región Andina, el sector rural es un gran olvidado al cual hay que llegarle con acciones que involucren a la comunidad.
Al consultarle sobre el caso particular de Colombia, donde se prevé un impacto grande en esas zonas rurales ante un eventual posconflicto, el directivo advirtió que el reto será grande.
“Además de construir un contacto con las comunidades, también tendremos que hacerlo con entidades comprometidas y alineadas con nuestros objetivos”.
Afortunadamente, comenta Matías, hay intervenciones al respecto.
El directivo recordó el ejercicio realizado en el municipio de La Calera (Cundinamarca), donde la sinergia entre la Fundación Catalina Muñoz, el Sena y Schneider Electric –con la donación de productos y capacitación, entre otros–, permitió llevarles energía eléctrica a más de diez viviendas sociales del proyecto Oasis de San Isidro.
“Como empresa privada tenemos el compromiso de proveer soluciones, pero también estamos en capacidad de incentivar a la comunidad y liderar procesos de voluntariado para trabajar en equipo”, concluyó.
El ahorro en nuevas obras
A propósito de acciones para el ahorro de energía y otros recursos, vale recordar que el 26 de junio entrará en vigencia en Colombia la ‘Guía de ahorro de agua y energía’ que impulsa el Ministerio de Vivienda. El objetivo de la reglamentación –de obligatorio cumplimiento en obras nuevas, entre ellas las sociales– es lograr ahorros de hasta 45 por ciento en los consumos; para ello, será clave la sostenibilidad ambiental. En la expedición de la guía también trabajaron la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial, apoyada por la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza (SECO), y la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol).
Fuente: Redacción Gabriel E. Flórez G. / Coordinador editorial Vivienda EL TIEMPO