La casa de cartón, una alternativa ecológica que remplaza al concreto

Sí, ha leído bien, la ‘casa’ y no la ‘caja’ de cartón. Aunque las comparaciones y los juegos de palabras son casi inevitables, esta vivienda no solo tiene el aspecto de un gigantesco estuche, sino que además está fabricada con el mismo material básico que ese tipo de recipientes: la mezcla de papel prensado. De hecho está construida como si fuera un envoltorio.
Esta casa ecológica, resistente a las inclemencias climáticas y fácil de transportar, que viene en distintas configuraciones y tamaños, puede montarse en un solo día prácticamente en cualquier parte, y se puede agrandar al añadirle módulos. Se denomina Wikkelhouse, lo que se traduce como casa de envoltura o casa envuelta.
De hecho, está construida como si fuera un envoltorio. Su nombre se deriva de su proceso de fabricación, que consiste en envolver 24 capas de cartón, una tras otra, alrededor de un molde giratorio con la forma de una casa con techo a dos aguas, y que una vez superpuestas y pegadas con un engrudo, amigo del medioambiente, son recubiertas por una lámina impermeable y revestidas en madera.
El resultado de esta novedosa tecnología constructiva es una estructura en forma de sándwich “increíblemente robusta y con unas cualidades óptimas de aislamiento”, según sus creadores, el estudio Fiction Factory (FF), fundado en 1989 en Holanda.
Desde FF señalan que la base de esta casa es el cartón de fibra virgen, que está fabricado con madera de árboles escandinavos, que también es conocido como goldboard (tablero de oro); además, destacan el acabado, las comodidades y las cualidades acústicas del interior con superficies de madera de la Wikkelhouse.
Interior de la Wikkelhouse o casa de cartón, que es fabricada por la empresa holandesa Fiction Factory. Anualmente, la firma construye 20 de estas. Foto: Cortesía Fiction Factory.
Estructura multiuso
Según sus creadores, esta casa no solo es flexible porque “puede ser lo que su usuario quiera” –residencia de vacaciones, casa para huéspedes, recinto para exposiciones o espacio de oficinas–, sino porque su condición modular, “permite configurarla a la medida, ampliarla agregándole segmentos y volver a cambiar su configuración y tamaño cuando se necesite”, explican sus inventores.
“Esta construcción se elabora con segmentos de 1,2 metros de profundidad, 4,6 metros de ancho de suelo y 3,5 metros de alto, con y sin ventanas, que pueden ser fácilmente conectados y desconectados entre sí, longitudinalmente y en la cantidad que se desee”, de acuerdo con FF.
Igualmente, cada uno de los segmentos aporta distintos espacios y servicios, como salón o dormitorio, zona de estufa con chimenea, cocina, ducha y baño, según las especificaciones técnicas.
La casa también se cierra por sus dos extremos con dos paneles acoplables, uno de los cuales está cerrado y sirve de fachada trasera, mientras que el otro tiene una puerta utilizada como entrada, y se ubica sobre un soporte de madera similar al de los rieles de un tren. En su parte frontal cuenta con una plataforma-balcón y dos escalones de acceso, también de madera.
“Estas casas configuradas con distintos colores y acabados están hechas de materiales con un mínimo impacto medioambiental, y sus segmentos pueden reutilizarse infinidad de veces para finalmente ser reciclados”, explica FF, que transporta los componentes a su emplazamiento y los monta en el lugar elegido en un día.
En la casa diseñada para durar al menos 50 años, según FF, también es posible cocinar una buena comida, y –de acuerdo con la revista New Atlas– está descrita como “resistente al fuego y equipada con detector de humo y extintores”.
Sobre el agua y en los tejados
En Holanda se han instalado unidades de esta casa de cartón en los camping Stayokay, junto a las reserva natural de Biesbosch, en una zona de minicasas denominada Bouwexpo Tiny Housing en la ciudad de Almere, en la universidad (funcionado como aula), en las innovadoras oficinas Boutique Office de Amsterdam, y en una plataforma flotante de Rotterdam.
También se han ubicado unidades en el Reino Unido, sobre los tejados de Hoxton Docks, un lugar para eventos y fiestas situado junto a un canal en Londres. “Actualmente, solo entregamos nuestras casas en Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Alemania, Reino Unido y Dinamarca”, explica Irma Verschuuren, portavoz de la compañía.
“De momento no podemos enviarlas a otros países, porque los costos de transporte e instalación serían significativamente más elevados”, anota Verschuuren. Estas casas están hechas a la medida de cada usuario por artesanos especializados y, por ahora, solo se construyen veinte unidades cada año, para asegurarse de que todos los clientes obtengan la calidad que se merecen.
Cada uno de los segmentos de la Wikkelhouse pesa unos 500 kilogramos, mientras que la unidad puede emplazarse sin necesitar cimientos en distintos tipos de terrenos, al costado de la playa, en un patio trasero o en un tejado, y se puede trasladar a un nuevo sitio, si a su usuario le apetece un “cambio de escenario”, según explica la empresa.
Reportajes/EFE - Sección Vivienda El Tiempo