Girardot sigué el camino del progreso
La vivienda y la hotelería trazan la ruta de los negocios de bienes raíces en las ciudades intermedias.
Girardot ha tenido un los últimos cuatro años un crecimiento sostenido de 40 por ciento, que ha sido impulsado, principalmente, por la construcción de vivienda y el desarrollo turístico.
Así lo advierte William Tovar Luna, presidente de la Cámara de Comercio de Girardot, quien agrega que allí los inversionistas cuentan con condiciones favorables para los negocios, entre ellas, el no pago de los impuestos predial y de industria y comercio durante diez años, a cambio de inversión y generación de empleo.
Asimismo anota que el precio del metro cuadrado para vivienda, entre 1'400 mil pesos y 2 millones de pesos, aún es muy económico, en comparación con el que seguramente se presentará debido al desarrollo que se prevé en los próximos tres años; esto significa que la rentabilidad puede ser muy alta”, destaca el directivo.
A esto se le debe sumar el auge que tienen las ciudades intermedias, en las que el potencial de negocios que existe para los inversionistas sigue en alza.
“Con la incertidumbre en la solicitud de licencias de construcción, a raíz de algunas decisiones de la Alcaldía de Bogotá, los constructores, inversionistas y empresarios están mirando los municipios aledaños a la capital, lo cual ha hecho que el número de proyectos se incremente, y Girardot no es la excepción”, anota el directivo.
De hecho, en este municipio se edifican 40 proyectos residenciales y hay cerca de 60 licencias de construcción para comercio y vivienda esperando aprobación.
Según Tovar, los potenciales inversionistas que están llegando se caracterizan porque son adultos mayores, normalmente con una pensión y en busca de un clima y un estilo de vida saludable.
También hay empresarios que llegan a desarrollar almacenes de cadena y centros comerciales, y otro grupo que construye hoteles.
Abecé de la compra
A las inversiones macro que se están impulsando en las ciudades intermedias hay que agregarles las de personas naturales, que desean una vivienda un lote o una casa campestre.
Es el caso del empresario Hernán Montoya, quien recientemente compró un lote en Girardot con la idea de construir una propiedad.
“La decisión de inversión es muy personal; en mi caso preferí el lote porque adquirir un inmueble terminado demandaba más presupuesto”. A continuación otras recomendaciones.
Comprar un lote da la oportunidad de ganar valorización, si es para negocio, o de construir gradualmente, en la medida en que la capacidad económica lo permita.
Normas diferentes. En cada municipio y ciudad las normas urbanísticas varían.
Expertos en inversión rural recuerdan que uno de los criterios con los que se hacen los avalúos está relacionado con la cercanía a vías principales o secundarias. Generalmente, la valorización está ligada a estas.
A la hora de adquirir una vivienda campestre que no va a ser habitada y que solo será de recreo, se recomienda la cercanía a las capitales con el fin de que se use con frecuencia, pues es común que la fiebre que da tener una propiedad para veranear, se baje con el correr de los días.
Otra opción es el alquiler por temporadas, si es una finca, o el arriendo permanente, si se trata de una propiedad adquirida para inversión.
Es clave una buena administración
Hay inversionistas que tienen una propiedad que no usan frecuentemente y se mantiene desocupada gran parte del tiempo, excepto en temporadas de vacaciones. En estos casos, se aconseja que sean conscientes de la necesidad de una buena administración, que las mantenga al tanto de lo que allí sucede.
Sección Vivienda EL TIEMPO / Jorge Luis Flórez S.
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