En el barrio La Castellana ya no predomina lo residencial

Los pocos residentes que aún tiene el barrio La Castellana recuerdan con tristeza cómo era el barrio décadas atrás.
Noemí Garzón es una de ellas, y a sus 73 años dice que nada ha logrado sacarla de allí. Y es que ya lo ha visto todo. Cuenta, con lágrimas en sus ojos, que ha sido testigo de cómo la mayoría de sus vecinos se han ido, cómo las casas fueron dando paso a los edificios y cómo el comercio y las oficinas se fueron apoderando del barrio.
Además, son varios los constructores y empresarios que han tocado a su puerta para hacerle “jugosas ofertas”. “Una vez me dijeron que me iban a pagar lo que yo pidiera, pero yo les contesté que mi casa no tenía precio”, afirmó Garzón.
Ella y su familia estuvieron entre los primeros residentes del barrio. Llegaron hace 50 años, en 1964, con la ilusión de encontrar un lugar tranquilo para vivir. “Cuando nosotros llegamos el barrio, era residencial por excelencia y en esa época era lo más ‘in’ de Bogotá. Había varias casas, pero también mucho lote por construir. Poco a poco se fue poblando porque las casas son muy espaciosas”, recuerda.
Pero esa época, cuando la tranquilidad y la uniformidad de las viviendas (en su gran mayoría blancas) reinaban, dejó de existir. Actualmente es un barrio donde prevalecen el comercio, las oficinas, las iglesias, la población flotante, los ‘malparqueados’ y los trancones. “Los residentes hemos tenido que soportar que los fines de semana las calles se hagan prácticamente intransitables por la cantidad de carros que parquean en esta zona”, denunció Andrés Mantilla.
Por su parte, Manuel Reyes, también residente, aseveró: “El problema de movilidad es constante porque en el barrio no se pueden construir parqueaderos públicos, por lo que los andenes se convirtieron en parqueaderos. Además, como hay mucha población flotante, se ha vuelto inseguro”.
Según cifras de Catastro, de los 4.222 predios del barrio, 1.961 tienen un uso residencial, 266, un uso comercial, y 1.995, otros usos, es decir, funcionan como oficinas, garajes y depósitos.
Estos usos diferentes son los que actualmente predominan y tomaron fuerza durante los últimos tres años, pues hasta el 2011 los predios residenciales aún eran mayoría (había 1.974 residenciales, 264 comerciales y 1.917 con otros usos).
¿A qué obedeció este cambio?
El POT del 200 modificó el uso del suelo Aunque la norma que modificó el uso del suelo para el barrio La Castellana se expidió en el 2000, este comportamiento ya se venía presentando.
Los vecinos aseguran que hacia 1996 las oficinas comenzaron a aparecer
. “Llegaron empresarios y personas con mucho dinero a comprar las casas, se aprovechaban de que la mayoría de los residentes eran personas de la tercera edad y los convencían de vender sus predios”, relató Garzón.
Además, una serie de rumores en el sector también propiciaron que algunos vecinos emigraran.
“Decían que iban a construir una vía que conectaría el Polo con La Castellana y que se iba a llenar de buses de servicio público. También decían que iban a subir el estrato a 6 y eso espantó a algunos”, recordó Garzón.
Sin embargo, el barrio sigue siendo de estrato 5. Con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del 2000 se estableció como zona residencial con zonas delimitadas de comercio y servicios, pero no es hasta el 2005 cuando se reglamenta la UPZ y se determina cuáles serían estas áreas. “De la calle 94, aproximadamente, hacia el norte es la zona de comercio y servicios, y hacia el sur el área sigue siendo residencial, con comercio de barrio (tiendas, droguerías, etc.)”, explicó Armando Lozano, director de norma urbana de la Secretaría de Planeación.
El funcionario agregó que el cambio obedeció a la posición estratégica del barrio, pues está ubicado entre vías principales, como la autopista Norte, la avenida Suba, la calle 100 y la carrera 30.
“Como el cambio ya estaba ocurriendo, lo que hizo Planeación fue anticiparse para que no se diera de manera desorganizada. Los estudios demostraban que había una tendencia en el sector, y si no se tomaban acciones reglamentarias, se iba a transforman de manera ilegal”, informó Lozano.
Según el panorama, el comercio podría crecer. Incluso con el Mepot (Modificación excepcional al POT, que actualmente está suspendido) se había establecido ampliar las zonas de comercio en este barrio. Fuente: Mi Zona