Colombia debe aprovechar año de cambios en mercado de oficinas

En línea con la transformación global de los negocios corporativos, el país se ha convertido en un lugar atractivo para la inversión.
"El crecimiento de los negocios de oficinas volverá hasta el 2014 e incluso más allá", dijo José Belfort Mattos, director ejecutivo para Colombia y Perú de la firma de servicios inmobiliarios corporativos Cushman & Wakefield (C&W).
Al referirse a los resultados del informe Pronóstico mundial de oficinas 2013-2014 realizado por la compañía, el directivo señaló que el mercado se encuentra en un proceso de transformación.
"Esto no significa que no habrá dinámica en la oferta y la demanda este año. Simplemente, comienza un periodo de estabilización", advirtió.
De acuerdo con la investigación, si bien habrá variaciones dentro y entre las regiones que evalúa (Europa, Asia-Oceanía y América), en aras de buscar una mayor rentabilidad en sus negocios, las empresas están ajustando sus gastos de funcionamiento, entre ellos, los que tienen que ver con los servicios inmobiliarios.
Y Colombia, aunque no es ajeno al fenómeno, se destaca porque tiene una ventaja competitiva. "Los acuerdos con Estados Unidos y Corea han sido claves en las decisiones de C&W que, de hecho, hace presencia en el país tras confirmar el potencial y la confianza que genera para las inversiones", explicó el ejecutivo.
Una constante es que los demandantes de espacios corporativos en el mundo están ocupando áreas más reducidas que se ajusten a sus requerimientos, pero siempre con óptimas especificaciones, es decir, Clase A.
Igual sucede en Bogotá, donde, de hecho, la zona del Centro Andino es la más cara, debido a que no hay mucho inventario.
En Colombia, precisamente, C&W tiene contacto con firmas que buscan este tipo de espacios corporativos, cuya demanda se ha incrementado en contraste con la oferta. De paso, esto ha impulsado los precios al alza en un promedio de 15 por ciento.
Para Belfort, la crisis de Europa y los inconvenientes de índole fiscal en Estados Unidos también han sido determinantes para que los inversionistas extranjeros con capacidad de asumir esos costos miren a Colombia.
Y no solo apuntan hacia Bogotá; también quieren aprovechar el aumento de la dinámica en ciudades portuarias, como Barranquilla, e intermedias, que han ganado terreno debido a la escasez de espacio y a las recientes restricciones legislativas para la construcción en las principales capitales, entre ellas Bogotá, que es la que más se ha afectado.
Sección Vivienda - EL TIEMPO