La comunidad donde el arriendo cuesta 3.000 pesos anuales
Fuggerei es el complejo de vivienda social más antiguo del mundo. Es un enclave al interior de la ciudad de Augsburgo, al sur de Alemania.
Aproximadamente 150 personas de fe católica viven allí “por un alquiler básico anual de 88 centavos de euro (unos 3.000 pesos al cambio, aproximadamente) y tres oraciones diarias”, como consta en el portal web de la familia que fundó la comunidad Fugger.de.
Son en total 67 edificios y 142 residencias en un área de 15.000 metros cuadrados. Además, cuenta con un templo, un museo, una vivienda de exposición y un búnker que fue construido durante la Segunda Guerra Mundial.
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"Somos una pequeña comunidad y nos llevamos bien", dijo Ilona Barber, una de sus residentes, a BBC Mundo.
Su fundador
Fuggerei fue creada en 1521 por Jakob Fugger (conocido como ‘el rico’) en nombre suyo y de sus hermanos difuntos Georg y Ulrich.
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Fue un comerciante y banquero que pasó a la historia como el financiero más exitoso de su época. Financió al rey Carlos I de España, que luego se convertiría en Carlos V el Sacro Imperio Romano Germánico. Por ello, Fugger fue uno de los grandes receptores del oro y riquezas de las colonias americanas.
Esta comunidad es el proyecto filantrópico más conocido de esta familia adinerada. Nació pensando en los más necesitados de la ciudad y junto a él también se creó la iglesia Fugger, en Santa Ana.
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“Durante el siglo XVI, se añadieron otras fundaciones. Hoy en día, las nueve son gestionadas por la Administración de la Fundación Fugger”, cuenta la página web Fugger.de.
La comunidad
Sus casas se han mantenido casi intactas desde su construcción. Cada vivienda tiene dos pisos. Su diseño es amplio, funcional y en sus 60 metros cuadrados cuenta con dos habitaciones, una cocina, un baño y un jardín.
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Un detalle pintoresco son las variadas e ingeniosas formas de las manijas de las campanas (que cumplen la función de timbre) a la entrada de cada vivienda. Servían para que los primeros habitantes, en medio de la oscuridad de la noche, reconocieran su propia puerta.
Sin embargo, su entorno sí ha estado en constante cambio. En el siglo XVII se estableció una escuela para educar a los niños en el catolicismo. En la Segunda Guerra Mundial se construyó el búnker y la ciudadela sufrió graves daños.
Terminada la guerra, se hizo una reconstrucción que guardó fidelidad con los diseños originales y se hicieron dos edificios para las viudas.
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Actualmente, la mayoría de los residentes son solteros, parejas y personas de la tercera edad.
Requisitos para vivir allí
Durante casi 500 años se han aplicado las mismas normas que dejó estipuladas su fundador.
• Solo se aceptan católicos, con bajos recursos, como residentes.
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• La ascendencia, edad y situación familiar no son factores decisivos.
• Aparte de las oraciones diarias, los habitantes deben prestar servicios, por el bien de la comunidad, como vigilante nocturno, sacristán o jardinero.
La vivienda ideal para una familia con hijos
• Las puertas de Fuggerei están abiertas hasta las 10 p. m., después de dicha hora, los residentes deben pagar al vigilante nocturno 50 centavos de euro para ser admitido, o un euro, si es después de la medianoche.
Atractivo turístico
Una de las fuentes de financiación y que permite que Fuggerei continúe funcionando con las condiciones que nació es el turismo. Por ello, se creó una tienda y un ‘jardín de la cerveza’.
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Así mismo, con una placa de piedra, se marcó la vivienda en la que vivió entre 1681 y 1694 el albañil Franz Mozart, bisabuelo del célebre músico Wolfgang Amadeus Mozart.
Este lugar recibe cerca de 180.00 visitantes al año. Tiene sus puertas abiertas al público todos los días y el costo de la entrada varía entre 2 y 4 euros, más del doble de la renta anual.
Escríbenos a: contenidom2@metrocuadrado.com
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