El placer de convertirse en un asesor inmobiliario en Bogotá
Una sociedad que desahucia a su fuerza laboral después de cumplir los 40 años es el argumento más importante para empezar a orientar su profesión a la gestión comercial. La razón es sencilla: un buen vendedor siempre va encontrar trabajo, sin importar la edad o el campo de acción.
Y dentro de los sectores empresariales, es quizás el inmobiliario el que logra ofrecer la estabilidad, el tiempo y la dignidad que muchos profesionales, producto de un despido o simplemente agotamiento dentro de una empresa, necesitan en sus vidas.
El desarrollo profesional puede a través de una vinculación laboral con una de las 300 inmobiliarias en Bogotá abiertas a recibir hojas de vida, emprendiendo una o gestionando un servicio a modo freelance.
De acuerdo con Roberto Agudelo, gerente de Mubrick Inmobiliaria, Bogotá estas son las ventajas de convertirse en un asesor inmobiliario:
1). Tiempo
Sin duda el activo más valioso cuando superamos el frenesí de los 30's y encontramos más valor disfrutando espacios en familia y en otros placeres diferentes al dinero.
Un asesor inmobiliario escoge cuántos inmuebles quiere representar conforme a su disponibilidad. Un portafolio entre cinco y diez propiedades distribuidas en su zona de influencia le ocupará medio día.
Tampoco tendrá que preocuparse por madrugar y cumplir horarios a cabalidad. No tendrá un jefe con el reloj en la mano amenazando con memorandos a la hoja de vida.
2). Propósito
Un asesor inmobiliario siempre será recordado por el comprador con agradecimiento al haber hecho parte de la decisión de compra más importante de su vida y con quien comprometió su patrimonio.
El asesor aumenta su propósito y la satisfacción personal de orientar familias en decisiones tan importantes como escoger su hogar o invertir sus ahorros.
Foto: iStock
Ser asesor inmobiliario mejora la autoestima, la autorrealización y la necesidad intrínseca de servir.
3). Relaciones públicas
Antes de vender un inmueble en Bogotá, debe mostrarse en promedio una diez veces por mes. Multiplicando esa suma por el número de inmuebles dentro del portafolio, estaríamos hablando de aproximadamente 100 compradores atendidos por un asesor inmobiliario al mes.
Esos compradores por lo general se abren y confiesan su necesidades personales para poder expresar así su necesidad de vivienda o de inversión. Con esa apertura, se establecen lazos de confianza que terminan construyendo un capital enorme para cualquier profesional hoy en día.
Con el paso del tiempo, el asesor inmobiliario se convierte en un líder de opinión por nicho de mercado y con ello logrará liberarse de la carga económica que exige la publicidad. Es decir, vivirá del voz a voz, sin inversiones y con una gran reputación.
4). Estabilidad económica
Difícilmente un asesor inmobiliario se enriquecerá, pero lo que sí es cierto, es que llegará a un nivel de libertad financiera que le permita vivir tranquilamente.
Si decide aventurarse y crear empresa, podrá aumentar significativamente sus ingresos y con poca inversión. Eso sí, como todo barco antes de llegar a altamar, requerirá de una alta dosis de innovación, sacrificio y estabilidad.
Las comisiones por ventas inmobiliarias en Bogotá y el resto del país son del 3% sobre el valor de cierre. Sosteniendo una cartera mensual de 10 inmuebles de promedio $500 millones, el asesor podría estar cerrando una venta. Es decir, recibiría mensualmente $15´000.000 de comisión.
Para lograrlo, empleará al menos medio día de trabajo basado en gestión de marketing digital, visitas y trámites de cierre.
Para subir los ingresos, deberá aumentar la cartera y en ese sentido las horas de trabajo.
5). Oportunidad de crecimiento
Un asesor inmobiliario tendrá ventanas de oportunidad si su ambición se lo permite.
Las proptech´s, emprendimientos inmobiliarios de base tecnológica, están en auge. En este momento el ecosistema está en plena etapa de maduración y sobre la mesa hay tecnología de fácil acceso, capital semilla del gobierno, fondos de inversión y mentoría gratuita. Solo se requiere líderes capaces de integrar los elementos y ejecutar un business plan con disciplina y persistencia.
Otros, luego de absorber el conocimiento producto de los años de experiencia, podrán convertirse en influencers o coaches inmobiliarios que fomenten el desarrollo profesional de quienes vienen atrás.
Las personas con inteligencia financiera, ahorrarán y podrán introducirse en el fascinante mundo del desarrollo inmobiliario. Son muchos los casos de comisionistas informales que luego de un arduo trabajo se convirtieron en constructores exitosos.
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