Best Place to Live, la certificación que reconoce a las mejores constructoras, está presente en Chile y Perú y ahora llegó a Colombia. Al evento de lanzamiento, organizado con el apoyo de Metrocuadrado.com, asistieron representantes de las constructoras más importantes del país.

“Best Place to Live es una certificación que reúne a las mejores constructoras, en base a la satisfacción de los clientes con los servicios y productos recibidos. Es una gran diferenciación en términos de certificaciones que van más asociadas a la construcción, si tienen o no tienen algo. Aquí el juez es el cliente final, el que compró, el que ya vivió más de 6 meses -al menos- dentro de esa casa o apartamento el que toma la decisión de si una marca se puede certificar o no”, explicó Tomás Cartagena, director ejecutivo de TGA (Trend Group America), empresa que impulsa este sello.

 

De acuerdo con José Durán, director internacional de Best Place to Live, la experiencia en Chile y Perú ha sido muy buena. En total se han evaluado más de 80 constructoras o inmobiliarias y 33 empresas están certificadas.
 

La certificación permite que las personas tengan más información sobre las constructoras y sus proyectos, para así tomar una decisión correcta a la hora de comprar vivienda.

“Para metrocuadrado.com también es muy importante darle al cliente más argumentos para que pueda tomar una acertada decisión en algo que es muy importante, tal vez la inversión más grande de un colombiano en su vida. Esto es clave al momento de la venta, pero también es relevante que el cliente sepa que el servicio posventa va a ser adecuado, que le van a entregar su inmueble a tiempo y que la vivienda va a estar bien, que va a ser lo que espera”, aseguró Sandra Villanueva, gerente de este portal.

 

¿Cómo se logra la certificación Best Place to Live?
 

Para que una constructora, sin importar qué tan grande o pequeña sea, reciba esta certificación se hace una evaluación que se aplica entre el sexto y el duodécimo mes después de que se hayan entregado más del 80 % de las viviendas.

“La evaluación mide todo lo que fue la cadena de experiencia del cliente con la constructora, una vez ya medido eso, toda esa información se analiza y es la que le va a permitir a la constructora certificarse o no”, afirmó Cartagena.

 

Para obtener el certificado, la constructora debe evaluar al menos el 75 % de los proyectos entregados en un año y alcanzar el nivel de satisfacción exigido, que para el caso de Perú y Chile está en el 40 % neto global, es decir, que en todos los indicadores evaluados tengan un 40 % más de notas positivas que negativas.

“Colombia es un mercado tremendo desde el punto de vista de la construcción. Hay muy buenas empresas, así que esperamos que naturalmente se sumen a este proceso de medición y que el próximo año tengamos muchas empresas evaluándose y un número grande de marcas certificadas”, concluyó Durán.

 

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