Colombia ha sido un país de récords mundiales, y para destacar está el traslado del Edificio Cudecom de Bogotá como “La estructura más pesada trasladada satisfactoriamente” y que duró en el primer lugar durante casi 30 años.
El logro no fue solamente realizar el traslado con éxito, sino en la época que se hizo, 6 de octubre de 1974. Este año
Metrocuadrado quiere recordar este gran mérito colombiano con la ayuda de su realizador, el Ingeniero Antonio Páez Restrepo.
Así creció la avenida 19
Eran principios de los años setenta y Bogotá estaba creciendo rápidamente. Existía la urgente necesidad de conectar el centro de la ciudad con el occidente, pero el edificio Cudecom, construido en 1955 con ocho pisos y considerado como un edificio joven para esa época, se interponía en el camino.
(Opciones para vivir feliz)
Según las leyes colombianas, el bien general tiene que primar sobre el particular, y siguiendo esta norma se pensó en derrumbar el Cudecom que interrumpía la prolongación de la avenida 19. Sin embargo, el Ingeniero Antonio Páez Restrepo se tomó la tarea de lograr convencer al Distrito de que un traslado era posible. Para esto armó un gran equipo de personas con mucho potencial y logró animar a todos para llevar a cabo esta gran hazaña.
Las autoridades distritales estaban preocupadas por la clase de seguro que tenían que obtener para proteger una operación como esta, pero Páez les afirmó que: “si yo tuviera dudas sobre el éxito total, ni lo hubiera propuesto.” De esta forma, asumió la responsabilidad del traslado adquiriendo el edificio de las autoridades distritales; el Distrito aprobó sus propuestas y diseños, y posteriormente procedió con el proyecto sin ningún seguro de catástrofe que lo respaldara.
Lo que más incentivó a Antonio Páez no fue el mérito propio, sino el orgullo de la profesión colombiana. Literalmente se echó a rodar este proyecto, y después de tantos años para su promotor lo importante es que: “los colombianos hablan de esto con cierto orgullo nacionalista. Esta ha sido, en realidad, la mayor satisfacción de haber llevado a cabo esta obra.”
A las 6:06 pm del 6 de octubre de 1974, fue el momento exacto en que se detuvieron los hidráulicos y se festejó éste rotundo éxito de la ingeniería colombiana que ha servido como referente a nivel mundial.
Por el magnífico trabajo el Ingeniero Antonio Páez Restrepo recibió por segunda vez el Premio Nacional de Ingeniería, de manos del presidente Alfonso López Michelsen. El primer premio se lo entregó el presidente Carlos Lleras Restrepo por el diseño y supervisión de la construcción de la cimentación para el Edificio Avianca, también en Bogotá.
Una proeza para la memoria de todos
Francisco Martínez Duicia tiene la oportunidad de trabajar actualmente en el Edificio Cudecom, en el que se encuentra ubicado el Instituto de Seguros Sociales, y cuenta con admiración un detalle de ese día como parte de la memoria histórica colombiana: "son los rodillos que el ingeniero dejó a la vista en la columna 13, con el propósito de que en el futuro la gente comprendiera como se movió el edificio." Están a la vista de todos los que quieran presenciar una de las piezas con las que se logró este récord mundial.
Muchos colombianos que tuvieron la oportunidad de vivir este momento no lo olvidan, Ana Paulina Robayo es una de ellas, recuerda como esa mañana se inició la transmisión en directo por televisión, y como "todo el mundo", Ana también estaba “pegada” a la pantalla de imagen a blanco y negro. “Me quito el sombrero ante estos señores ingenieros y las otras personas que llevaron a cabo esta proeza”. Esto es lo que siempre ha pensado Ana desde hace cuatro décadas cada vez que recuerda la emoción que le causó este acontecimiento.
“Uno no debe inventar la pólvora dos veces”
Para el ingeniero Páez la publicación en el libro de los Guinness Récord no fue de satisfacción personal, sino el deseo de darlo a conocer mundialmente.
Con este desplazamiento quedó confirmado internacionalmente, según Páez, que: “Colombia siempre ha tenido en sus profesionales una capacidad de análisis superior a muchos otros países.”
Después de logros como este, concluye que la ingeniería colombiana está perfectamente a la par de cualquier país. Sin embargo, cree que: “uno no debe inventar la pólvora dos veces”, por esto ha realizado muchos viajes por el mundo buscando siempre la evolución de sistemas constructivos verdaderamente novedosos.
Fuentes: Antonio Páez Restrepo/Louisa Páez Michelin/Francisco Martínez Duicia/Ana Paulina Robayo Rincón.
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