Junio 2014 - La capacidad de pago es lo primero que se debe evaluar, luego está la forma cómo se asumirán las cuotas y, claro, la ubicación del inmueble

La primera inversión en finca raíz siempre genera expectativas, ya que para realizarla se destina parte de los ahorros y existe el temor de no tomar la mejor decisión.

Por eso, para no fallar en el intento el primer consejo es no dejarse llevar por la ilusión que implica ser propietario y asegurarse de contar con los recursos suficientes antes de cerrar el negocio.

“Debemos revisar los ingresos y las deudas para calcular nuestra capacidad de pago. También hay que definir cómo se va a comprar y si necesitamos pedir un préstamo”, explica Blanca Elena Reyes, representante de la multinacional de servicios inmobiliarios, Coldwell Banker, filial Colombia.

Como en la mayoría de los casos se necesita un crédito, el agente inmobiliario de Century 21 Casa Grande, Orlando Ramírez, sugiere que el comprador estudie las opciones de los bancos para elegir la que se acomode a su presupuesto.

“Con esto establecido podrá buscar las viviendas que se ajusten a los recursos”, anota Ramírez, quien agrega que así no se escogerán ofertas de mayor precio del que puede pagar.

Reyes también recomienda buscar vivienda con la claridad de la zona deseada, de las características arquitectónicas y si va a ser nueva o usada.

Si la idea es comprar en el mercado primario, Reyes sugiere que se busquen constructoras dedicadas a ejecutar proyectos con las particularidades que requiere el comprador.

Por el contrario, si se trata del mercado secundario, Ramírez considera primordial que la persona indague y conozca las condiciones físicas y legales del inmueble. Así la inversión en remodelaciones será mínima y evitará procesos con los bancos.

Y cuando el comprador esté seguro de la propiedad que va a adquirir y tenga el capital o el préstamo podrá llegar a un acuerdo y firmar la promesa de compraventa.

“Al negociar una vivienda usualmente solo se pide que el comprador tenga el dinero y que cumpla lo pactado en la promesa. Son menos requisitos que los necesarios para arrendar una propiedad”, concluye Ramírez.

Hipoteca

La vivienda que compra el cliente garantiza el crédito que toma.

Su monto puede ser el 70 o hasta el 80 por ciento del valor del inmueble; esto depende de las entidades bancarias y es posible pagarlo por plazos de cinco a veinte años. Si la capacidad de pago lo permite, se recomienda tomarlo a un tiempo menor.

‘Leasing’

Es una figura mediante la cual se puede adquirir un inmueble en arriendo con opción de compra y su monto puede ser de hasta el 80 por ciento del valor del mismo. Se puede pagar por plazos de diez a veinte años, en promedio.

Sección Vivienda EL TIEMPO / Heidy Monterrosa Blanco

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