Lo primero que debes tener presente es que si al momento de la compra de vivienda nueva firmas un encargo fiduciario y luego decides retirarte del negocio, te descontarán el 10 %.
 

Así que, aunque comprar vivienda sobre planos es una buena opción, ya que permite pagar en varios contados la cuota inicial, es necesario que tengas claras las condiciones del negocio para proteger tu dinero.
 

¿Cómo funciona?
 

Precisamente para cuidar tu capital, los constructores constituyen un encargo fiduciario en el que los compradores pagan sus mensualidades a una fiduciaria hasta completar un valor pactado.
 

Durante este tiempo, la entidad donde está la fiducia es la encargada de administrar los recursos y, a la vez, verificar que las ventas y avances de la obra correspondan a las fechas y términos señalados en el proyecto. 
 

Cuando el constructor logra el punto de equilibrio, es decir, cierto porcentaje de las ventas para iniciar el proyecto, la fiduciaria le entrega el dinero. Pero para que ello ocurra es necesario que ya se haya firmado la promesa de compraventa.
 

Aspectos claves de una fiducia
 

Esta figura te garantiza como comprador que tus dineros serán bien invertidos y administrados pero solo hasta el momento en que caduca el encargo fiduciario. 
 

Si después de ello, el constructor se quiebra o incumple con la calidad o el diseño prometidos la fiduciaria no tiene responsabilidad alguna
 

Por ende, una constructora jamás puede asegurar que cuenta con el respaldo de una fiduciaria y menos puede usar el nombre de un entidad de estas como argumento comercial para cerrar un venta, con el pretexto de que esta garantizará la culminación y entrega de la obras en las fechas y condiciones estipuladas.
 

De acuerdo con la Subsecretaria de Inspección, Vigilancia y Control de Vivienda de Bogotá, “infortunadamente, la fiducia no ha dado los resultados que se buscaban con su implantación. Por el contrario, para el constructor se está convirtiendo en una excusa que le sirve -sin ser su fin- para eludir responsabilidades”.
 

¿Por qué sucede esto?
 

Porque el comprador no está firmando ningún acuerdo con el constructor, sino directamente con el representante legal de la fiduciaria y al no haber promesa, técnicamente existe la libertad de cambiar las condiciones físicas del bien las veces que sea necesario.
 

La queja recurrente al respecto es que, al desistir del negocio por incumplimiento del constructor se encuentran con la sorpresa de que les toca pagar una multa del 10 % de la suma consignada.
 

Para tener presente
 

Si la constructora logró el punto de equilibrio y no te ha firmado la promesa de compraventa, puedes exigir la devolución del dinero junto con los intereses correspondientes. 
 

De igual forma sucede si se vence la vigencia del encargo fiduciario.
 

 

Contenido Metrocuadrado.com 

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